Las brujas de antaño vivían ocultas en lo más profundo del bosque.
Atraían a los niños con promesas y chucherías...y después los devoraban.
Maldecían durante cien años a las doncellas a las que envidiaban,
y con terribles conjuros ponían a reyes y caballeros a sus pies.
Las brujas de ahora no tienen nada que ver con aquellas.
Viven en el piso de arriba y trabajan en la oficina o en el supermercado.
Los niños las adoran, siempre tienen algún cuento que contar.
Son lo bastante seguras, inteligentes y encantadoras para envidiar a nadie, luchan por sus objetivos y sin tener que hacer nada los apuestos caballeros se rinden a sus pies.
¿Lo del caldero? Bueno las tradiciones siguen siendo las tradiciones...pero tranquilos, para hacer las lentejas usan una olla del Ikea, como todo el mundo.
Bueno, este es mi nuevo "experimento" en plastilina. Bastante accidentado por cierto, ya que : La muñeca sufrio alguna decapitación en el transcurso, (es que el moño viola descaradamente las leyes de la gravedad) El alicatado, muy bonito y liso recién terminado, también sufrió ciertos percances justo en el momento de la foto. Las manos...mejor no hablamos y eso sin contar con que no daba con la iluminación adecuada que no hiciera que el rojo del pelo dejase ciego a alguien cual láser, por eso no me he atrevido a darle más brillo ni contraste con el photoshop, que también lleva un rato...
Bueno no todo iban a ser éxitos y satisfacciones, aunque me lo he pensado mucho al final he decidido colgarlo, por las horas dedicadas mas que nada.
(Perdón a los de casa por sufrir mis histérias en el proceso).
Y de momento, aunque tengo alguna idea más y esta rara experiencia no me ha desanimado del todo , voy a descansar de la plastilina para dar prioridad a cosillas pendientes que tengo en marcha para ese verano y que necesito terminar.