Es verdad eso de que todos los personajes de mi imaginario tienen algo de mí, (hasta los monstruosos) y no me refiero al físico, sino al pedacito de alma con el que les insuflo vida a cada uno...
He aquí la protagonista de mi proyecto brujeril, en la última ilustración del libro, aunque ya me gustaría a mi que fuese la última por hacer...(aun quedan unas poquitas...) y he aquí quién se lleva la carga de su legado de magia y sabiduría, que mira tu por donde me recuerda a una pequeñaja que yo me sé, y esta no ha salido de mi imaginario sino de mi carne...
Lo dicho, de tal palo tal astilla, en el aspecto más fractal del dicho.