De vuelta a mi proyecto de Botánica mágica y oculta, retomamos los pinceles después de Navidad y son los entes del Ajo, los que piden paso para quedar plasmados en el capítulo que tenía reservado para ellos.
La ilustración, un pequeño detalle de una de las páginas, en las que la Diosa Hécate aparece representada en bronce. Se la reverenciaba y tributaba con ajos en su festividad. En la antigüedad, entre muchos otros dones, ofrecía el de su protección a los viajeros, por eso, éstos dejaban en las encrucijadas de caminos ristras de ajos con los que pedir suerte para los viajes.
Así que ya sabéis...